Hasta
el siglo XIX se consideraba que la electricidad y el magnetismo eran
fenómenos distintos. A comienzos de dicho siglo se realizaron dos
experimentos que relacionaron la electricidad y el magnetismo. Así surgió el electromagnetismo, que estudia las relaciones entre cargas eléctricas (campos eléctricos) e imanes (campos magnéticos). EL EXPERIMENTO DE OERSTED (1819) Descubrió que una corriente eléctrica (cargas en movimiento) es capaz de desviar la aguja de una brújula, al comportarse como un imán. Por tanto, una corriente eléctrica crea un campo magnético. EL EXPERIMENTO DE FARADAY (1831) Faraday pensó que si una corriente eléctrica puede comportarse como un imán (experimento de Oersted), cuando se mueve un imán podría generarse una corriente eléctrica. Curso: Física y química 2º ESO |